Desde hace unas décadas atrás, los estudios de percepciones han cobrado mucha vida y fuerza en el universo de las ciencias, sobre todo en las ciencias sociales. Sin embargo, el camino para aceptar e incorporar las percepciones como un medio para entender el mundo natural y los fenómenos sociales ha sido arduo; y, aún en nuestra época existen quienes no consideran a las percepciones como un determinante para el desarrollo de investigaciones, planes, estrategias o políticas públicas.