El comercio es una actividad productiva que ha formado parte de las sociedades a lo largo de la historia de la humanidad. En Ecuador, los mercados son el centro dinámico de la economía familiar que beneficia a la población tanto en la venta de productos (18,5%), como en la recepción de producción agropecuaria y pesquera (21,8%) (INEC, 2010). El Plan Nacional del Buen Vivir protege a las actividades económicas de agricultura, ganadería y comercio, con el objetivo de “consolidar el sistema económico social y solidario, de forma sostenible” y “garantizar el trabajo digno en todas sus formas” (Senplades, 2013). Las principales instituciones públicas que manejan estadísticas en esta temática son: Ministerio de Economía y Finanzas, Banco Central del Ecuador; e, Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
Al respecto, la sección de ‘mercados’ de IAMU, brinda datos de percepción sobre hábitos de consumo, poder adquisitivo, sitios de adquisición, demanda potencial de productos, importancia nutricional de productos, preferencia de productos orgánicos; y, comportamiento con artefactos eléctricos dañados. Los datos, que representan a pobladores de 31 cantones de Ecuador, reflejan que entre el 2016 y 2017, el 45% de encuestados consideraron que es muy importante tomar en cuenta el impacto al medio ambiente al momento de comprar algún producto. Así mismo, el 67% tiene tendencia de comprar productos frescos en los mercados, frente un 15% que prefiere adquirirlos en supermercados. Además, sólo el 2% prefiere consumir comida rápida. Si un aparato electrónico se daña, el 35% de los encuestados prefiere repararlo, el 30% lo vende como chatarra; y, sólo un 10% lo guarda.